Los hombres a medida que van sumando años, necesitan un aporte extra de vitaminas diariamente, además, si dedican su tiempo libre al deporte o a un estilo de vida “fitness”, las necesidades aumentan como también si estás a dieta o el ritmo de vida es agotador.

Muchas veces una buena alimentación es suficiente para incorporar en cantidades suficientes éstas vitaminas y algunas de ellas son sintetizadas por el propio organismo como la vitamina A, B, D y K pero en algunas personas y a partir de cierta edad, es necesario tomar suplementos vitamínicos para asegurar un aporte adecuado de estas vitaminas.

Hemos preparado para ti esta lista si ya pasaste los 40 años. Si te interesa toma un bolígrafo y un anotador que te pueden ayudar!!

Vitaminas para hombres mayores de 40 años

Vitamina A

Es una vitamina liposoluble, es decir, se disuelve mediante las grasas del organismo y un dato curioso de todas las vitaminas liposolubles es que se pueden almacenar en el organismo por cierta cantidad de tiempo.

Los alimentos como huevos, lácteos, carne son excelentes fuentes de esta vitamina. Según estudios los lácteos son los alimentos más ricos en esta vitamina.

Pero en los alimentos existen sustancias precursoras de la vitamina A y son los betacarotenos, responsables de los colores amarillos, anaranjados o rojos presentes en muchos alimentos. A diferencia de la vitamina A los betacarotenos tienen función antioxidante, que protegen al organismo de la enfermedad y el envejecimiento impidiendo la acción de los llamados radicales libres, que son compuestos que lesionan las células.

Esta vitamina tiene funciones muy importantes para la visión, el sistema inmune y la reproducción.

También numerosos estudios han demostrado que personas con niveles adecuados de vitamina A tienen menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer como pulmón y próstata.

El déficit de vitamina A puede producir los siguientes síntomas: ceguera nocturna; ojos inflamados, secos o pruriginosos; piel áspera y seca; cabello seco, y menor resistencia a las infecciones.

Las necesidades diarias recomendadas para un adulto son 5000UI.

Vitamina B12

Esta es una vitamina hidrosoluble, es decir se disuelven en agua y al igual que la vitamina C, no se almacena en el organismo, por lo que su ingesta debe ser diaria.

La vitamina B12, al igual que las otras vitaminas del complejo B, es importante para el metabolismo de proteínas y también ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central.

La principal fuente de vitamina B12 son las vísceras animales, los pescados, las ostras, la carne magra, el pollo, el queso y los huevos. En el reino vegetal las fuentes de esta vitamina son pocas y se encuentran en la alfalfa, cereales y levaduras.

Si acostumbras a consumir mucho alcohol o por el momento algunos antibióticos es posible que tus requerimientos de vitamina B12 aumenten.

Algunos síntomas por déficit de vitamina B12 son fatiga, depresión, nerviosismo, lesiones en la boca, lengua y entumecimiento o sensación de hormigueo en brazos y piernas.

Se recomiendan un aporte de 2 µg al día de esta vitamina

Vitamina C

Es una vitamina hidrosoluble que se encuentra en muchos alimentos como los cítricos, el tomate, mango, pimiento y lechuga. Entre sus funciones principales destacan los efectos antioxidantes, la formación de colágeno y facilita la absorción de hierro.

Algunos estudios afirman lo siguiente:

Al contrario de lo que se cree, esta vitamina no tiene efectos beneficiosos frente al virus del resfriado ni al de la gripe, es decir, ni acorta la duración de las infecciones del tracto respiratorio superior ni reduce sus síntomas.
Ingerir vitamina C, específicamente, 500 mg, reduce la presión arterial en pacientes hipertensos.
Su consumo tiene un indiscutible efecto desestresante, ya que actúa sobre la glándula adrenal al estrés.
Es buena para la piel contribuyendo a la curación de heridas y evitando que el ADN de las células de la piel se dañen.

Los síntomas de un déficit moderado de vitamina C son inflamación, hipersensibilidad o hemorragia de las encías y hemorragias capilares. El déficit agudo puede producir anemia y escorbuto.

Se recomiendan unos 200 mg al día.

Vitamina D

Es una vitamina liposoluble y puede ser sintetizada por el cuerpo humano ante la exposición al sol y alimentos como el pescado, mariscos, lacteos y los huevos son buena fuente.

En el mundo se estima que un billón de personas a escala mundial padecen de insuficiencia de vitamina D. La insuficiencia de vitamina D se ha determinado como uno de los factores asociados con osteoporosis que es una enfermedad sistémica del hueso, progresiva, caracterizada por la baja masa ósea que produce aumento de la fragilidad del hueso y susceptibilidad a fracturas. Entre los factores de riesgo, la vitamina D juega un rol esencial.

Una de las principales funciones de esta vitamina es que facilita la absorción del calcio, por lo que interviene en el mantenimiento de los huesos y los dientes. Muchos estudios demuestran que si se tienen deficiencias de vitamina D, no se absorberá suficientes cantidades de calcio.

El déficit de Vitamina D va acompañado de algunos síntomas como el reblandecimiento de huesos y dientes, nerviosismo el insomnio. Un déficit agudo produce el raquitismo en niños, una enfermedad que se caracteriza por la deformidad de los huesos.

La cantidad recomendada de esta vitamina es de 400 UI.

Vitamina E

Es una vitamina liposoluble. Los aceites vegetales, los frutos secos, el germen de trigo, el trigo integral, la yema de huevo y los vegetales de hoja verde son buena fuente.

La vitamina E desempeña un papel clave en el sistema de defensa del organismo. Tiene una potente actividad antioxidante, por lo que protege a las células del daño causado por los radicales libres, conocido como estrés oxidativo. También ayuda en la activación del sistema inmunitario frente a bacterias y virus. Es anticoagulante y participa en la comunicación entre células del cuerpo humano.

El déficit de vitamina E es raro, pero puede ocurrir principalmente en pacientes con enfermedades de malabsorción, como las enfermedades intestinales que reducen la capacidad del organismo de absorber los nutrientes de los alimentos, y en los recién nacidos prematuros. El síntoma más evidente es la anemia producida por destrucción de los hematíes de la sangre. Los síntomas por déficit en niños producen irritabilidad y retención de agua y pueden interferir el desarrollo intelectual y motor si no se tratan.

Se recomienda una ingesta de 8 mg al día para las mujeres y 10 para los varones.

Vitamina K

Es una vitamina Liposoluble. Está presente en alimentos como vegetales de hoja verde, los huevos, el queso, el cerdo, el hígado, legumbres, bananas, batatas y patatas. Fortalece los músculos, ayuda al corazón y evitas problemas relacionados con la presión sanguínea.

Puesto que la vitamina K es producida por las bacterias del organismo y está ampliamente distribuida en muchos alimentos, su déficit en adultos sanos es muy raro. Puede aparecer como resultado de tomar antibióticos que destruyen la flora bacteriana intestinal normal. Los pacientes con enfermedades de malabsorción, con enfermedades del hígado y con diarrea crónica son susceptibles de presentar déficit de vitamina K.

La cantidad recomendada es de 60-80 mg al día.